martes, marzo 03, 2009

Querida Alejandría: un don del sueño



Cuando escribí Querida Alejandría ignoraba que sería considerada como una novela histórica, porque tanto la estructura de la novela como la voz de la protagonista, la joven Cleopatra Selene, fueron dones del sueño.

El alma, cuando el cuerpo duerme, está libre, vuela... decía más o menos el adagio antiguo.

Pues el alma vuela lejos de su cuerpo dormido. Sueño alado en busca de otro sueño, éste sumergido, asulagado, distante y cercano.

Alejandría...

Imagen. Flaming June. Frederic Lord Leighton. Actualmente en una muestra temporal del Museo del Prado titulada "La bella durmiente".

1 Comentarios:

A la/s 4:13 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

querida espana

 

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